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lunes, 6 de enero de 2020

POR QUÉ LA FAMILIA ES ESTRUCTURA DE PERSONAS Y ÁMBITO DE TRANSMISIÓN DE LA VIDA HUMANA, DE SU ACOGIDA Y CUIDADO.

GUSTAVO AGUIRRE MORALES PSICOLOGIA UNAM IZTACALA


La especie humana ha perdurado hasta nuestros días  debido a la complejidad y plasticidad del cerebro, que permitió adaptar la organización de sus comunidades a los diferentes medios y entornos geográficos que se han presentado a través de la historia del ser humano.
      Así también la supervivencia de la especie humana, se dio en  parte a que las pequeñas comunidades se organizaron, y de esta manera se favoreció la crianza y cuidado de los hijos. Aunado a esto y con el paso del tiempo se formó la pareja monógama rodeados de otras parejas, formando comunidades amplias hasta llegar a poblaciones, de esta forma se procuró la supervivencia de sus propios genes. Sumado a lo anterior, también se debió a  la capacidad de adaptación del cerebro, que permitió el desarrollo de diferentes utensilios, fortaleciendo las comunidades.   A través de la historia de la humanidad, las sociedades lograron organizarse para reglamentar las responsabilidades parentales, dando lugar a lo que se conoce como familia. De lo anterior podemos deducir “que la familia es el ámbito de transmisión de la vida de su acogida y cuidados”.
      Así, la familia es el entorno donde el nuevo integrante recibirá los cuidados, y en este entorno emocional será donde surjan las conexiones cerebrales necesarias, la mentalización, para que los vínculos sociales se hagan presentes y se fortalezcan, a través de las emociones. Sin lugar a dudas el sentimiento más poderoso es el amor, que asegura la supervivencia y que el paso por la vida sea apropiado y con sentido, y con toda seguridad, la familia es el espacio primordial de la transmisión de la cultura, cuya presencia es primordial para el desarrollo cerebral del niño.
      Es en los primeros años de vida, donde el cerebro se desarrolla con mayor rapidez que durante los siguientes años. Por eso la importancia de seguridad, afecto y amor, que permitirá un sano desarrollo de la corteza orbifrontal, así como del carácter y personalidad.
Es en el interior de  la familia donde se desarrollan los primeros acercamientos al mundo del hijo que llega indefenso. La familia por naturaleza es la responsable de socializar a los integrantes que han llegado o están por llegar. La familia como núcleo sustancial, posibilita que el nuevo integrante de la familia afirme su identidad a partir de los ejemplos o referentes que se gestan dentro de la misma, y así se edifique la autoestima y la confianza en sí mismo. La familia es la base que permitirá la construcción estable del niño, así también los padres deben proyectar modelos genuinos que posibiliten la inserción del niño a un mundo cultural, político y educativo a su debido tiempo. No debe ser discutible que la familia debe ser el escenario adecuado en el cual los hijos adquieren y se apropien de  normas, reglas y límites para insertarse a una sociedad que le proporcione la posibilidad de aprender y autorregularse en un contexto que le permita vivir en forma armónica en sociedad. La cultura transmitida por la familia y heredada por el nuevo integrante, servirá a que perciba y entienda su mundo y aprenda a vivir en él.

GUSTAVO AGUIRRE MORALES PSICOLOGIA UNAM IZTACALA

LA IMPORTANCIA DE LAS NEUROCIENCIAS EN EL ÁMBITO DE LA EDUCACIÓN.
Investigaciones  neuro-científicas recientes, han contribuido al mejoramiento de los procesos educativos y a la satisfacción de los problemas vinculados con el aprendizaje. Resulta por demás importante las contribuciones de las neurociencias a la educación, de manera particular,  los factores  del entorno sociocultural que intervienen en el aprendizaje. Existen diversos factores, tales como la salud, el entorno vital, ejercicio físico así como diversos aspectos, entre los cuales está la plasticidad, madurez cerebral y las neuronas espejo que indudablemente son importantes para considerar la influencia del entorno sociocultural en la educación.
La labor principal de las neurociencias es la de pretender aclarar de qué forma actúan las redes neuronales existentes en el cerebro para que el ser humano adopte ciertas conductas y cómo, a su vez estas estructuras se ven influenciadas por el medio ambiente. Precisamente, las neurociencias contribuyen a un mayor entendimiento, tratando de dar respuesta a cuestiones de gran interés para los educadores. Investigaciones recientes muestran que tanto un cerebro en desarrollo como uno ya maduro se alteran estructuralmente cuando ocurren los aprendizajes.
Las llamadas neurociencias se han hecho presente actualmente, y cada vez con mayor frecuencia en el ámbito educativo. Inició con los estudios relacionados con la maduración y desarrollo de la niñez vinculada con la educación inicial, para continuar con la inquietud por el estudio de la anatomía, el funcionamiento y las implicaciones que de ello se desprende para las diferentes edades evolutivas y sus efectos en el aprendizaje general pero sobre todo en el aprendizaje académico en particular.
Es importante que los responsables de la educación comprendan que los procesos de aprendizaje y los hábitos van moldeando el cerebro, que se sustenta de infinitas conexiones (sinapsis). Las neurociencias han descubierto que las sinapsis habilitadas se refuerzan o se debilitan a través del desarrollo por medio de nuevos estímulos vivencias, pensamientos y acciones; esto es lo que dará lugar a un aprendizaje permanente. La enseñanza y la formación en la niñez, brindan estímulos intelectuales imprescindibles para el cerebro y su desarrollo, toda vez que proporciona una evolución de las capacidades cognitivas haciendo factible el aprendizaje.  Es entre los tres y diez años, que el ser humano está en una búsqueda incesante de estímulos que el entorno ofrece, seleccionado aquellos que merezcan ser archivados para su recuperación posteriormente. Esta decisión de guardar los estímulos está basado en los procesos de atención que hacen que, de entre la amplia escala de estímulos, los órganos de los sentidos elijan los que conviene elaborar conscientemente. Los niños gustan de las sorpresas y a sus cerebros de la misma forma, por lo que, un entorno variable y diverso, que a cada momento logre despertar la curiosidad, conduce casi de manera automática a aprender.
El docente comprometido con la enseñanza de sus alumnos, debe tener al menos los conocimientos  básicos del funcionamiento del cerebro acerca del aprendizaje, toda vez que debe  comprender que los alumnos deben auto-observarse constantemente para aprender significativamente los contenidos y hacerlo a través de procedimientos efectivos. El poder cuestionar, volver a pensar, pensarlo de otra manera, realizar aportes, reconstruir conceptos, son acciones que conllevan a un aprendizaje viable.
El aprendizaje sustancialmente vislumbra cambios y conexiones: la liberación de neurotransmisores en la sinapsis puede variar, o las conexiones entre neuronas pueden fortalecerse o desgastarse. El éxito de la enseñanza afecta directamente las funciones del cerebro modificando y variando las conexiones. Ante este panorama se puede señalar que el ambiente afecta tanto la estructura del cerebro como su funcionalidad; un ambiente apropiado es esencial para conformar partes sustanciales del mismo.
Es importante mencionar tal como lo señalan  (Barab y Plucker, 2002, Meyer y Turner, 2002 y Schutz y Lanehart 2002), que las emociones, como los sentimientos, tienden a  promover el aprendizaje en la medida en que incrementan la actividad de las redes neuronales y fortalecen, por ende, las conexiones sinápticas. Por lo tanto, la neurociencia nos presenta claras evidencias de que el aprendizaje es  mayor cuando un contenido o materia en particular presentan ciertos componentes emocionales. Conociendo lo anterior, es prácticamente una  manera, emoción y motivación lograrán una forma de aprendizaje donde lo aprendido se archive en la red neuronal del educando.
La formación de docentes, psicopedagogos, psicólogos educativos y todos los profesionales interesados en la cuestión enseñanza-aprendizaje, deberían tomar cursos en neurociencias que les permita  cerrar la brecha del rezago educativo.
Lo anterior no parece ser una meta imposible, sin embargo el Estado debería aprovechar los avances científicos para impulsar que la docencia se atreva a enfrentar este enorme desafío.


Bibliografía.
Bibliografía:
De La Barrera, M. (10 de abril del 2009). Neurociencias y su importancia en contextos de aprendizaje. Revista Digital Universitaria, 10 (4), p. 1 - 17. Recuperado de http://www.revista.unam.mx/vol.10/num4/art20/art20.pdf

Padilla Magaña, Rosa Aura. (2004). La comprensión del cerebro: Hacia una nueva ciencia del aprendizaje. Perfiles educativos26(103), pp. 133-136. Recuperado de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0185-26982004000200009&lng=es&tlng=es.

Salas Silva, Raúl. (2003). ¿LA EDUCACION NECESITA REALMENTE DE LA NEUROCIENCIA?. Estudios pedagógicos (Valdivia), (29), 155-171. Recuperado de  https://dx.doi.org/10.4067/S0718-07052003000100011
GUSTAVO AGUIRRE MORALES PSICOLOGIA UNAM IZTACALA